La televisión se ha convertido en uno de los pasatiempos más importantes
y de mayor influencia en la vida de los niños. Los últimos estudios revelan que
los niños y niñas españoles pasan, delante del televisor, una media diaria de
218 minutos (3 horas y 40 minutos). Así, el consumo de televisión por parte de
la infancia supera al de cualquier otro bien o servicio.
Los niños almacenan todo
tipo de información que reciben, sean de la escuela, de sus padres, de un
cuento... y, por supuesto, de la televisión. Por esa razón, el hábito de ver la
televisión todos los días está despertando una gran preocupación por parte de
muchísimos padres sobre la calidad de los contenidos que están siendo
asimilados por sus hijos, así como también sobre qué postura deben tener
delante de sus hijos en cuanto a la costumbre de ver la televisión.
Si el consumidor infantil
debe ser objeto de una especial protección, esta necesidad es aún más
exigible frente a la televisión y las nuevas tecnologías.
La televisión, además de
ser una fuente efectiva para la formación de actitudes, la adquisición de
habilidades y la formación del comportamiento del niño, es un medio de
socialización. Los niños ven a la televisión para distraerse, reducir las
tensiones y obtener información. Además, hay niños que ven la televisión porque
desde muy temprana edad les fue impuesta y a ellos no les queda otro remedio.
Ver la televisión es la
actividad líder de los niños. El tiempo que ellos dedican a la televisión varía
en función de la edad, el sexo, la clase social y está directamente relacionada
con el tiempo que dedican sus padres a ver la televisión. Por tanto, los padres
deben ser un ejemplo. No es justo achacar a un sólo medio de difusión la
información y el entretenimiento que reciben los niños.
Entender porqué hay que
controlar los contenidos que ven nuestros hijos en televisión es fundamental
para que logremos hacerlo. El número de horas que pasan niños y adolescentes
frente a la pantalla, las emociones que les producen sus contenidos, la
pasividad o nerviosismo que les genera o la posible falta de sueño son factores
que hay que tener muy en cuenta al supervisar la televisión.
Hay que aprender a
convivir con la televisión. Para lograr un consumo racional y crítico de
los medios audiovisuales, debemos plantearnos objetivos que se
puedan cumplir, más que prescindir de la televisión hay que lograr que los
niños y jóvenes aprendan a hacer un uso beneficioso de ella.
Es importante que los
padres den ejemplo a sus hijos de cómo y cuánto tiempo deben ver la televisión.
Además, tienen que conseguir que el niño o adolescente no dé más valor a
los mensajes de la televisión que a otros aspectos de la
propia realidad.
Los padres deben elegir lo
que sus hijos ven. Las recomendaciones para el tiempo frente a la pantalla no
se trata sólo de dejar que los niños vean dos horas de televisión al día, sino
también la calidad de la programación. Es primordial seleccionar programas
educativos para que los vean los preescolares. Está bien permitir que haya algo
de absurdo y cómico en nuestros televisores, siempre que conozcamos los valores
y comportamientos que éstos transmiten.
Otro gesto de máxima
importancia para lograr un uso provechoso de los medios de comunicación es apagar
el televisor. No hay que usarlo como ruido de fondo. A menudo nos sentamos
delante del televisor a ver que están poniendo, hacemos un rápido zapping y al
final no vemos lo que más nos gusta sino lo que menos nos disgusta. Es
recomendable enseñar a los niños a elegir sus programas y a programar sus
actividades para que no terminen por aburrimiento acercándose al televisor.
Podemos usar la programación del periódico o del teletexto e indicarles a qué
hora se encenderá la tele y, que cuando termine el programa elegido, se tiene
que apagar.
Por otro lado, hay nuevos
hábitos que deben hacernos reflexionar como la presencia cada vez mayor del
televisor en el dormitorio, o la preferencia de programas para adultos. Debemos retirar los televisores y dispositivos de los dormitorios de los niños ya que tener
la tele en el cuarto puede desencadenar trastornos en el sueño. La habitación
debe ser un lugar de reposo. Además, si tienen acceso a una computadora,
tableta, teléfono con acceso a Internet o televisión en un área privada, es más
probable que superen los límites impuestos.
Proporcionar muchas
alternativas de diversión es esencial. A los niños les encanta la televisión
debido a que ésta les proporciona entretenimiento fácil. Sin embargo, ver la
televisión no es tan beneficioso como jugar al aire libre o ejercitar la
imaginación. Hay que animar a los niños a realizar actividades que estimulen su
imaginación y capacidades cognoscitivas.
No podemos olvidar el
grupo en el que se desenvuelve el niño: los amigos. Para los niños y las
niñas, el sentimiento de pertenencia a un grupo tiene mucha importancia y, en
ocasiones, los contenidos infantiles de la televisión intervienen en ese
proceso de integración. Por eso, cuando nos planteemos unos hábitos de consumo
televisivo más racionales, debemos tener en cuenta el posible temor del niño a
sentirse aislado.
En resumen, es aconsejable
que los padres no permitan que los niños y adolescentes vean la televisión
durante horas seguidas. No creo que ver la televisión con moderación sea nocivo
para los niños, siempre y cuando vean cosas adecuadas para su edad. Lo mejor es
que repartan el tiempo televisivo y que realicen otro tipo de actividades de
ocio.
Aumenta el consumo televisivo en el sector infantil
¿Sabes por qué se recomienda que los niños no tengan contacto con la televisión al menos hasta los dos años?
¿Sabes por qué se recomienda que los niños no tengan contacto con la televisión al menos hasta los dos años?
En mis tiempos se disfrutaba mucho más de la infancia, a día de hoy parece que los padres ponen a sus hijos delante de la "caja boba" y que ella se encargue de divertirlos...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, es un gran error utilizar la televisión como niñera de nuestros hijos. Debemos proveer a los niños de actividades para el tiempo libre que eviten que la televisión sea su único entretenimiento.
EliminarGracias por aportar tu opinión, saludos
Totalmente de acuerdo creo que como madre, veo que algunos padres enganchan a los hijos a la tele y les estamos quitando la creatividad y la posibilidad de relacionarse.
ResponderEliminarEs cierto, hay que proponer actividades a los pequeños en las que puedan desarrollar tanto la imaginación como sus capacidades cognitivas y motrices. Gracias por comentar en el blog.
EliminarBueno, bueno, que la tele no es el problema, es un gran invento, el problema es el uso que hacemos de ella, ¿no os parece?
ResponderEliminarClaro que sí, el problema de la televisión es la manera en la que consumimos sus programas televisivos. Si somos críticos y elegimos programas de calidad, la televisión será un gran recurso educativo y un buen material de ocio para todos.
EliminarGracias por comentar, saludos